mitologia

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viernes, 21 de enero de 2011

semidioses

Semidiós

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El término semidiós se usa para describir la figura mitológica que es fruto de la unión carnal entre un dios y un mortal. En la época helenística también eran catalogados como semidioses los poetas y músicos de este período, que narraban historias sobre la vida de los dioses. También a los semidioses se les llama héroes.

[editar] Semidioses griegos

Parte de la naturaleza dual de los héroes griegos que dio lugar al concepto de semidiós es la doble paternidad que intervenía en su procreación, un tema recurrente, pues actuaban un rey y un dios. En efecto, la madre del héroe puede yacer con ambos padres en la misma noche (Etra, madre de Teseo), o ser visitada secretamente por un dios (Danae, madre de Perseo). Según se creía en la antigüedad, la semilla de los dos progenitores masculinos se mezclaba en el útero, y los hijos poseían parte de las cualidades divinas, como fortaleza y energía extraordinarias, poder cruzar el umbral de la vida y la muerte y regresar sin daño, o hacer de intermediarios tras la muerte, entre dioses y hombres.
Zeus fue el padre de muchos héroes, como resultado de sus devaneos amorosos. A estos héroes, tras la muerte se les concedían honores, especialmente entre aquellos griegos que reclamaban ser descendientes suyos, y que esperaban obtener protección y patronazgo de algún dios por su intercesión. La veneración de los héroes fue parte de los ritos ctónicos de la religión de la Antigua Grecia. Los semidioses eran mortales, aunque tenían preferencia sobre los hombres, y algunos poderes inusuales. La única excepción fue Heracles, que tras su muerte fue aceptado entre los dioses olímpicos, adquiriendo así una posición de privilegio.
Estructuralmente, los mitos narrativos de los héroes entran dentro del género de la novela. Alejandro Magno animó a los mitógrafos de su séquito a extender la leyenda de su secreta paternidad olímpica. Tuvo éxito, y su leyenda sobrevivió a la antigüedad, llegando a formarse un ciclo de novelas medievales sobre su personaje.

jueves, 20 de enero de 2011

mitologia peruana

La Mitología de la Amazonia peruana forma parte del universo mágico del hombre amazónico del Perú, de la cultura popular; rica en mitos y leyendas que son parte de la tradición. En las tardecitas, a las orillas de los ríos o al interior de las casas comunales. En pueblos, caseríos o comunidades nativas, cuando el hombre se siente inspirado, forman parte del tema de conversación.
Allí, basta que alguien toque el tema, para que los mayores, hombres o mujeres, relaten sobre fieras increíbles, aparecidas, brujería, magia y encantamientos que los presentes escuchan con avidez y respeto.
Pero, como muchas de las riquezas de esta bendita tierra, también las historias, los mitos y leyendas pueden desaparecer en el tiempo, si no las preservamos para el futuro con la importancia que tienen. Es por ello que publico estas riquezas narrativas con el objetivo principal que se conozca mejor nuestra realidad y que las generaciones futuras sepan conservar intacta, en la memoria colectiva, los recuerdos, mitos y leyendas y así puLa sachamama
La sachamama es una boa gigantesca y solitaria, que vive en tierras pantanosas de selva adentro. Llega un tiempo de su vida, quizá milenaria, en que se incrementa su peso, es tal que ya no puede reptar, entonces busca un lugar para vivir permanentemente. Entonces libra, con su poderosa cola, un espacio lo suficientemente amplio, allí pone su cabeza y espera. El gran poder de atracción que tiene le permite halar a sus víctimas hacia esa especie de chacra que forma delante de su cabeza.
Entonces, cualquier animal u hombre que, por ignorancia o descuido, pase por su delante ve solamente su cabeza. Pero ya será muy tarde. Porque habrá caído en el campo imantado de la Sachamama, atraído hacia su poderosa mandíbula, para luego ser triturado y tragado. Satisfecha su hambre, se pondrá a dormir por una larga temporada.
Otros mitos cuentan que es la encarnación del espíritu de los rios de la amazonía.

[editar] El tunche maligno

El tunche maligno es un ser que vaga por las noches oscuras de la selva, como alma en pena, unos dicen que es un ave, otros que es un brujo o un espíritu del mal “un diablo” que goza aterrorizando a la gente. Pero nadie lo ha visto, y todos lo reconocen con temor cuando en plena oscuridad lanza al aire un silbido penetrante “fin....fin...fin...” que por instantes se pierde en el monte a lo lejos, pero vuelve a silbar ya sobre el techo de una casa o a la orilla del río. Todo es tan rápido que la gente solo atina a persignarse o rezar, porque existe la creencia de que cuando silva con insistencia, por los alrededores de un pueblo, anuncia malos presagios y cuando lo hace sobre una casa, enfermedad o muerte.
Burlarse del tunchi o tunche, insultarlo, puede costarle caro al atrevido, ya que lo hará enfurecer y entonces atacará con mayor insistencia, silbando... silbando... lo perseguirá tanto que hasta el más valiente terminará entrando en pánico, que puede llevarlo a la locura o muerte...

[editar] El yacuruna

El Yacuruna (“Yacu” = agua o río, “Runa”= hombre o gente) es el espíritu mágico más importante de la selva baja. Manda sobre todos los animales y genios del agua, suele ser invocado por los chamanes y curanderos, en las sesiones de ayahuasca, tanto para hacer el bien como para hacer el mal.
Cuentan que se traslada por los ríos y quebradas, y entra en las cochas montado en un enorme cocodrilo “lagarto negro”. Cuando viaja, se adorna con cinturones y collares de feroces boas negras y va calzado con cascos de tortugas de taricayas o charapas.
Son similares a los tsunki o tsungi de otros mitos.

[editar] El chullachaqui

El chullachaqui es un Duende o diablillo de selva, pequeño de estatura, viste siempre una cushma o ponchito colorado cuando va a trabajar a su chacra o anda de paseo. Puede transformarse tomando la forma o figura de cualquier persona o animal, cuando quiere atrapar una nueva y bella doncella y hacerla perder en el monte para siempre. Se cuenta que las personas perdidas en la selva suelen encontrarlo.
El Chullachaqui no vuelve aparecer en el mundo real, y su víctima pasa a formar a las legiones de duendes de este diablillo, de las cuales es el jefe absoluto. En lo profundo de la selva posee chacras donde cultiva sus alimentos, que resultan ser plantas venenosas similares a la papa, la yuca y otros vegetales alimenticios.
Si fuéramos a la selva y encontráramos allí a un familiar u otro ser querido casualmente y sin razón alguna, debemos ser precavidos. Porque, seguramente, el Chullachaqui toma esa forma para hacernos perder en el monte y solo podemos escapar de su “encantamiento”, si logramos descubrir que su pie izquierdo tiene la forma de una pata de cabra. Es raro pero también se cuenta que pueden tener su pie en forma de patas de otro animal, o incluso un pie humano vuelto hacia atrás.

[editar] La runamula

La Runamula (una “mujer o gente” más mula “cruce de caballo con burra”) es una criatura mostruosa. Es con la llegada de los primeros misioneros españoles que nace la leyenda. Cuenta que cuando una mujer casada o comprometida, nativa o mestiza seducía o era conquistada por un misionero, por raro sortilegio, se convertía en un duende con cuerpo de mula, cabeza y pecho de mujer, que vagaba en las noche de luna llena asustando a los pobladores de los pueblos y caseríos, con sus relinchos espeluznantes y el ruido producido por sus cascos, al galopar sin rumbo por los alrededores. La gente sabía entonces que había allí una mujer que mantenía relaciones prohibidas.
Entonces, los más valientes, perseguían al animal encantado para ver en qué casa se metía o hacia donde se dirigía cuando terminaba el encantamiento. La infiel descubierta, tenía que ser llevada ante un buen curandero para que la curara, mediante baños y sesiones de ayahuasca, liberándola del hechizo que sufría por mantener amores prohibidos.

[editar] Simpira

El Simpira es el señor del panshin nete o mundo amarillo. Es mostrado como un inmenso jaguar negro, que posee en algunos mitos cuernos de taruka o venado. Pero lo que lo caracteriza es una de sus patas delanteras de color blanco y en forma de tirabuzón, la cual puede extender de manera interminable como si de una serpiente infinita se tratase. La usa para atrapar a los pecadores y maldecidos que merecen formar parte de su infierno en compañía de otros pecadores, los que se convierten en bestias selváticas de su séquito por toda la eternidad.

[editar] Motelo mama

El Motelo mama es una inmensa tortuga la cual lleva sobre su caparazón un pedazo de selva que crece sobre ella.

[editar] El mapinguari o padre monte

El mapinguari es un espíritu protector al que puede verse como una gran bestia bípeda, del tamaño de dos hombres adultos, llena de pelos y capaz de lanzar un olor terrible que usa para castigar y noquear a los cazadores furtivos y otros que no respeten la selva, junto con su descomunal fuerza y filudisimas garras. A veces se presenta en los mitos como un oso con un pie vuelto hacia atrás o de algún otro animal a la manera del chullachaqui. Otros mitos lo muestran como un monstruo peludo con una boca en el vientre.
Algunos creen sin embargo que es un animal que existiría realmente en lo profundo de la selva, una especie gigantesca de perezoso.

[editar] El bufeo colorado

Al delfín rosado del Amazonas la gente lo llama, simplemente, bufeo colorado y así lo distinguen de sus otros hermanos que son de color gris. La leyenda cuenta de que el bufeo, como ser o duende “encantado” que es, puede transformarse en un hombre “gringo” al que le gustan las mujeres jóvenes. Así, con esa apariencia, suele presentarse a la fiesta en la que participa la chica elegida. Como viajero de paso, baila y enamora a la muchacha, invita a beber a todos los participantes y así se gana la simpatía general. Pero él no come ni menos bebe licor, porque si se emborracha, se rompería el encantamiento y se descubriría quién es.
Cuando la muchacha ya es la enamorada del bufeo, él la colma de regalos y atenciones. La visita siempre por las noches y se marcha antes del amanecer. Así poco tiempo, la mujer enamorada empieza a mostrar una conducta extraña, porque quiere permanecer todo el tiempo junto al río y si ésta situación no es notada a tiempo por sus familiares y no la mandan a curar a un buen chaman, puede terminar desapareciendo, ya que en su deseo de estar siempre junto a su gringo “bufeo” enamorado, terminará arrojándose al río para no salir jamás.

[editar] La sirena amazónica

Es otro de los “encantos”, personaje mágico de la amazonía descrita como una sirena de "agua dulce". Dicen que vive solitaria, pero siempre en busca de compañero, en las profundidades de los ríos y cochas, que sube a la superficie por medio de las muyunas o remolinos. Entonces, en una playa solitaria o en un barranco cercano de agua, canta con dulce acento lastimero y si algún joven la escucha, será atraído hacia ese lugar y terminará rindiéndose ante ella. Seducido por los encantos y la ternura de la sirena, el hombre lo abandonará todo y se marchará con ella para siempre.
Los familiares del desaparecido dirán entonces: se habrá ahogado, pero el cuerpo jamás será encontrado y si se consulta con un buen chaman ayahuasquero; seguro les dirá que la sirena lo ha encantado y lo llevó a vivir con ella, a su reino de las profundidades.Lugo al morir su compañero, sale en la busqueda de uno nuevo.

[editar] El runapuma o yanapuma

Cuentan que antiguamente, existían brujos maleros que llegaban a tener pactos con los demonios de la selva. Eran poderosos haciendo el mal y sus afanes de tener cada vez más y más poder llegaban al estado en que tenían necesidad de beber sangre y comer carne humana.
Claro, estos brujos vivían en lo más apartado de la selva y casi siempre solos. Dominaban los secretos para trasformarse en Runapuma, cuando sentían necesidad de alimentarse. Hacían sus invocaciones por medio de icáros “cantos mágicos de poder” pidiendo fuerza a los demonios del monte y entonces se convertían en hermosos jaguares hambrientos totalmente negros. Así, atacaban a sus víctimas, sin importarles que estuvieran armadas o en compañía de otras personas. No le temían a nada ni nadie porque se sentían protegidos. Satisfecho su apetito, volvían a convertirse en hombres casi normales.
Por esta razón se cree que los jaguares melánicos, totalmente negros o yanapumas son mensajeros del más allá o poderosos brujos capaces de tomar forma humana e incluso icarar o maldecir la comida desde lejos. Estos otorongos negros son temidos por esa razón.

[editar] El urcututo

Es un búho grande que vive en lo profundo de la selva, en la copa de los árboles más grandes, es un gran cazador nocturno. Cuenta la leyenda que ciertos brujos maleros llegan a tener “pactos secretos” con los urcututos y entonces lo utilizan para enviar virotes o dardos mágicos, que serán descargados sobre el enemigo elegido, con el fin de causarle daño por venganza.
También suelen ser enviados como mensajeros, para espiar el lugar donde se realizan las sesiones de ayahuasca, como cuidador, cuando se va a tratar a un enfermo que el mismo brujo daña. Considerado como un animal de mal augurio por algunos y de buena suerte para otros, es el rey de la noche.
Entre la población de Iquitos y alrededores de esta ciudad, se cree que el canto de los urcututos son presagio de un embarazo de alguna mujer conocida por quienes escuchan el canto.

[editar] La tanrilla

Es una garza pequeña, muy bonita y prosista – “coqueta” – que dicen, tiene en sus finas y largas patitas un secreto para hacer encantamientos de amor. Que cuando el curandero recibe el encargo de preparar el filtro de amor, deberá cazarla mediante un tiro de pucuna “dardo de cerbatana” pero también deberá estar dietando por varios días. Extraídos los huesitos de las patitas, los limpia y prepara mediante icáros “cantos mágicos”.
Quitada la médula, estos quedan como tubitos y es a través de estos que el enamorado, debe espiar a la mujer elegida “como si fuera un largavista”. Pero ojo, la muchacha no debe saber que es observada. Y, si la operación ha sido bien hecha, a los pocos días aceptará gustosa los requerimientos del galán.

[editar] La chicua

Es como una especie de gavilán nocturno, ave muy rara de encontrar, que dicen tiene el plumaje marrón. De su canto agorero y mágico toma su nombre, por las noches suele cantar chicua... chicua..., hasta perderse en el monte y su canto produce escalofrío en la gente que lo escucha.
También es considerado un maligno “diablo” enviado por algún brujo malero, o uno de estos brujos que busca vengarse de alguien. Cuando canta cerca de una casa la gente se pregunta a quién habrá venido a buscar ese maldito pájaro.
Además, los mitayeros (cazadores) y pescadores creen que si escuchan el canto de la Chicua, es por que sus parejas les están siendo infieles durante sus ausencias.

[editar] El ayaymama

Cuenta la leyenda que una epidemia estaba acabando con la gente de una comunidad nativa. Que la madre de dos niños, sintiéndose con los primeros síntomas de la enfermedad, quiso salvar del mal a sus pequeños y entonces los llevó al monte, muy lejos y los dejó en ese lugar. Cerca de una linda quebrada, abundante en peces y árboles frutales. Con gran pena los dejó, sabiendo que no los volvería a ver más. Ellos jugaron, comieron frutos y se bañaron en la quebradita, pero ya en la noche sintieron la falta de su madre y partieron en su búsqueda pero se perdieron en el monte.
Asustados, llorando de pena decían cómo no ser aves para poder volar donde mamá. Y el dueño del monte tuvo pena y los convirtió en avecitas y ellos volaron, pero cuando llegaron a su pueblo vieron que ya nadie vivía, todos habían muerto. Desde entonces no dejan de volar y volar, y cuando se posan en lo alto de un árbol, cansados de buscar a su madre, hacen oír su canto lastimero ayaymamá... ayaymamá...
Otra versión de esta leyenda es:
La leyenda del Ayaymama, narra el abandono de dos niños en la selva tras perder a la mamá. La madrastra y el papá dejan a su suerte a los menores en la montaña simulando un paseo. Los niños se volvieron en pajaritos y en una noche de luna volaron hasta el techo de la casa de la madrastra y emitieron su canto:
Ayaymama, Huischuhuarca: Nuestra madre ha muerto y nos abandonaron.edan contarlas a sus descendientes.

mitologia persa

Mitología persa
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La mitología persa es el término colectivo para las creencias y prácticas del antiguo grupo de pueblos cultural y lingüísticamente relacionados que habitaron la meseta iraní, y sus zonas fronterizas, así como áreas de Asia Central desde el Mar Negro hasta Khotan (la moderna Hotan en China).
Fundamentación
Aunque se clasifican a menudo como mitología Persa, la etiqueta no captura la centralidad de las afiliaciones religiosas y espirituales de los textos, que perseveran en la actualidad para la mayoría de los zoroastrianos. Están repletas de largos discursos religiosos y se ven a menudo como fuente para la ética y la práctica zoroastrianas.

La mitología más que como fuentes de información y hechos históricos. Los escritos que hablan de la religión zorastiana contienen un valor muy amplio desde el punto de vista espiritual y psicológico.

Se debe notar que para los zoroastrianos sus tradiciones no son mitología. Un ejemplo paralelo sería llamar a la Biblia como mitología cristiana.

[editar] Textos clave
La colección central de la mitología persa es el Shahnameh de Ferdowsi, escrito hace unos mil años. La obra de Ferdowsi se basa en gran medida en las historias y personajes del zoroastrismo, no sólo del Avesta, sino también de textos posteriores como el Bundahishn y el Denkard.

[editar] Contexto religioso
Los personajes de la mitología persa casi siempre caen en uno de dos campos: o son buenos o son malos. La discordia resultante refleja el antiguo conflicto, que en la mitología persa está basado en el concepto Zoroastrista de Ahura Mazda (Avestán, o Ormuzd en persa posterior). Spenta Mainyu es la fuente de energía constructiva, mientras que Angra Mainyu es la fuente de oscuridad, destrucción, esterilidad y muerte.

En la mitología persa se encuentra en abundancia a los daeva (avestán, persa: div), que significa 'celestial' o 'iluminado'. Estas divinidades eran adoradas por el mazdeísmo pre-zoroástrico, y así como en las religiones védicas, los seguidores de la forma pre-zoroástrica del mazdeísmo consideraban a los daeva seres santos y sagrados. Es sólo después de las reformas religiosas Zaratustra (o Zoroastro) que el término daeva se empezó a asociar con los demonios. Incluso en ese entonces los persas que vivían al sur del Mar Caspio continuaron adorando a los daeva y resistieron las presiones para aceptar el Zoroastrismo, y las leyendas que involucraban a los daeva sobreviven hasta nuestros días. Por ejemplo, la leyenda del Div-e Sepid (daeva blanco) de Mazandarán.

Además, Angra Mainyu (o Ahrimán en persa), el que una vez fuera la encarnación del mal zoroástrico, perdió su identidad zoroástrica/mazdeísta en la literatura persa posterior, y finalmente fue descrito como un div. Las descripciones religiosas de Ahrimán hechas en la era que siguió a la invasión islámica muestran a Ahrimán como un hombre gigante con manchas y dos cuernos.

[editar] El Bien y el Mal

Relieve en Tus que describe las historias míticas populares de Irán.El personaje legendario más famoso en las épicas y mitología persa es Rostam. Del otro lado de la valla está Zahhak, un símbolo del despotismo que finalmente fue derrotado por Kaveh el Herrero quien lideró un levantamiento popular en su contra. Zahhak era custodiado por víboras enormes que salían de sus hombros. No importa cuantas veces fuesen decapitadas, crecían nuevas cabezas para protegerlo. La serpiente, como en muchas mitologías orientales, era el símbolo del mal. Pero muchos otros animales y pájaros aparecen en la mitología iraní y especialmente las aves eran señal de buen augurio. La más famosa de éstas es Simorgh, un gran pájaro hermoso y poderoso, Homa, un ave real de la victoria cuyas plumas adornaban las coronas, y Samandar, el fénix.

Pari (Avestán: Pairika), considerada una mujer hermosa pero maligna en la antigua mitología, gradualmente se hizo menos mala y más hermosa con el tiempo, hasta que en el período islámico se convirtió en un símbolo de la belleza similar a las huríes en el Paraíso. Sin embargo, otra mujer malvada, Patiareh, ahora simboliza a las prostitutas.